UNA LISTA PARA ESTAR LISTA

¿Sientes el mismo amor por los colores, stickers y cuadernos chulos que cuando eras pequeña y no siempre lo admites? ¡No estás sola!

Desde pequeña me gustaron las cosas lindas de papelería, organizar y llevar registro de prácticamente todo, los colores (incluso los mapita 😊), las gomas con aroma, las plumas con glitter y las hojas decoradas fueron siempre mi perdición. Amaba con locura “el espacio de cositas” e intentaba cualquier manualidad que llegaba a mi cabeza. Como seguramente sabes, crecer “te lleva” por diferentes caminos y eso implica dejar de lado cosas que te hacían feliz. Este fue el caso.

Empecé a notar lo útil que era hacer listas de pendientes, en la universidad, cuando entre tareas, trabajos y la oficina no tenía cabeza para cumplir con eventos familiares y fallaba en las fechas de entrega en la escuela. Llegué a sentirme frustrada por qué no podía con todo.

Un buen día, en la cafetería de mi universidad vi a mi mejor amiga “marcando” tareas de su lista de pendientes, como si tuviera un “músculo planeador” en reposo, ansioso por entrar en acción, empecé a llevar registro de lo que hacía y lo que tenía por hacer.

Como no conocía nada de este sistema, primero fue una agenda, he de confesar que no era la más linda no quise invertir mucho dinero en ella pues temía abortar la misión a los tres meses. Y es que ¿a quién no le ha pasado?, que, con la ilusión llevar orden en tu vida con estilo ¡ooobviamente! compras la agenda más bonita que encuentras, y a medio año, ¡ya te olvidaste de ella!, entonces empieza esa voz a decir, “esto no es para mí”, “solo desperdicié dinero” y así ves como mueren tus ganas de llevar una vida organizada.

Pues sí, yo solo quería empezar a organizarme mejor, sentir que todo estaba bajo control. Así que con un par de plumas de colores y mi mejor actitud logré el primer gran reto, llevar la agenda ¡todo el año!

Con “el primer nivel desbloqueado” seguí tres años más, con opciones un poco más “sofisticadas” que me encantaban y motivaban a llevarlas a todos lados, decorarlas con stickers, tarjetas, cositas que poco a poco fui aprendiendo a hacer pero sobre todo a tomar mi vida, planearla y alcanzar metas pequeñas con grandes recompensas, a partir de ese momento y hasta ahora, no me he separado de mis listas de pendientes, doodles, lugares que quiero visitar, películas que quiero ver, de pensamientos que me transportan a otros lugares con personas que amo.

Y es que la sola idea de “ tachar” una tarea de mi lista de pendientes me hace taaan feliz.

Así fue como sin imaginarlo, inicié con el sistema de organización que me ayudaría a liberar la mente de todos los pendientes y urgencias, y años más tarde, se volvería mi hobbie, el regreso al mundo de colores, stickers y sellitos que tanto me gustaba.

No te enrollo más, solo quiero que sepas que me encanta que hayas llegado hasta aquí y poder compartir contigo un poquito de mi historia y todo lo que he aprendido de este mundo lleno de hermosura.

Como todo bullet journal, este es un espacio para “dejar ser” a nuestra alma creativa y echar a volar la imaginación, tú decides que quieres que te comparta, deseo que lo que encuentres aquí te haga tan feliz como a mí.

Con amor Bujero

Aida